miércoles, 4 de mayo de 2011

KATY PERRY EN VANITY FAIR

Nuestra cantante favorita sale en la revista Vanity Fair, en la que ha sido objeto de una entrevista en la que habla, entre otras cosas, de su familia y su carrera.
Según explica Katy, "no tuvo infancia", pues sus padres no le leían más libros que la Biblia, ni la dejaban escuchar otras canciones que las de la iglesia. Pero consiguió que algunos amigos suyos la dejasen algunos discos a escondidas, y así empezó a crecer musicalmente por sí misma.


  Los años pasaron y Perry se ha convertido en una persona "muy abierta". Así habla de su familia: "Yo pienso que a veces cuando los niños crecen, también lo hacen los padres. Los míos crecieron conmigo. 
Coexistimos. Ya no intento cambiarlos y no creo que ellos intenten cambiarme. Estamos de acuerdo en 
estar en desacuerdo. Están emocionados por mi éxito. Están contentos que a sus tres hijos les vaya bien y que no se estén drogando o en prisión".
   Ahora tiene un marido actor, saltó a la fama con un primer single sobre experiencias homosexuales y está dispuesta a "entrar en contacto con diferentes culturas y personas, y sus opiniones y perspectivas".
   Todo ello le sirve, además, para crecer en el terreno musical y tener una carrera que es "como una alcachofa": "La gente puede pensar que las hojas son sabrosas, pero no saben que hay algo mágico oculto en su interior".
   Y como todo le va genial, sabe que seguirá haciendo lo que le apetece sin preocuparse por lo que digan de ella. Si supo salir de su entorno y llevar una vida diametralmente opuesta, ahora no piensa preocuparse "por lo que digan de su relación o su pecho".
   "Mi esponja es enorme y estoy absorbiendo todo, mi mente se ha extendido radicalmente. La gente compra mis canciones, las entradas de mi gira están agotadas", afirma una pletórica Katy, que sin embargo sabe que no debe distraerse: "No trabajaría a este ritmo si no supiera de verdad que la fama es efímera".

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